A medida que avanzan el tiempo lo hace también el conocimiento científico, ampliando cada vez más nuestra percepción del mundo que nos rodea. El saber actual es el resultado de la suma de una enorme conjunto de valiosas contribuciones a lo largo de la historia, y es notable el incansable deseo humano por entender y explicar el mundo que nos rodea, desde las antiguas civilizaciones hasta los tiempos modernos.
Quizás los interrogantes que han generado los más asombrosos descubrimientos giran en torno a una pregunta: ¿cuál es nuestro lugar en el universo?. Intentar darle una respuesta a este interrogante no ha sido ajeno para muchos sabios y científicos en ningún momento de la historia, sin embargo es a partir del siglo XV en que la los primeros acercamientos a una solución clara comenzaron a desarrollarse.
En 1610 las observaciones de Galileo permitieron, entre muchos otros descubrimientos, confirmar lo que Demócrito habría afirmado casi 2000 años atrás a cerca de la verdadera naturaleza de vía láctea, que se trataba de una inmensa cantidad de estrellas agrupadas en cúmulos a lo largo del firmamento.

Catálogo de Messier
Para 1700, Charles Messier, sumergido en la caza de cometas que surgió con el cometa Halley, decidió crear una lista de los cuerpos aparentemente fijos en el espacio, con los que se topaba constantemente en su búsqueda de bólidos, para que otros pudieran distinguirlos de los cuerpos errantes, creando un catálogo con 110 nebulosas y cúmulos de estrellas [1]
Hacia 1750 Tomas Wright, basándose en las leyes propuestas por Newton, propuso que la distribución de la vía láctea, que para entonces se sabía estaba conformada por estrellas, cúmulos y nebulosas, se trataba de un efecto óptico debido a la posición del sol respecto a las capas de estrellas, y fue el primero en proponer que las nebulosas esféricas podían encontrarse fuera de la vía láctea y conformar sistemas estelares al igual que esta.
A raíz de las afirmaciones de Wright, Immanuel Kant acuño el termino ‘Universos Islas’, para referirse a las nebulosas distantes que se encontraban aparentemente separadas de nuestra propia isla, la vía láctea. Pero ¿cómo podría saberse si estaban dentro o fuera de la vía láctea sin conocer su distancia?

Telescopio de Hershel
Fue entonces, a finales de 1700 que William Hershel, después de años de desarrollo de instrumentos ópticos más potentes y precisos que cualquier otro en su época, con la ayuda de su hermana Caroline, comenzó a investigar los cúmulos y nebulosas del libro de Messier, logrando descubrir a lo largo de su carrera cerca de 5000 cuerpos celestes, entre los que logro apreciar galaxias espirales y cúmulos globulares, y generar el primer mapa estelar basado en las distancias según el brillo aparente de las estrellas. Pero a pesar de tal esfuerzo las medidas de Hershel, aunque no de todo descabelladas, no eran concluyentes, manteniéndose todavía dentro de la comunidad científica la posición de que las nebulosas y cúmulos se encontraban dentro de la vía láctea. [3]
Durante el siglo XIX fue posible profundizar en los aportes brindados por los sobresalientes científicos del siglo anterior, con el invento del espectroscopio por parte de Joseph Fraunhofer, fue posible apreciar por primera vez las líneas de absorción que producían el sol, las estrellas y las nebulosas, convirtiéndose desde de ese momento en una de las herramientas más útiles en la exploración del espacio profundo.
En 1917 Heber Curtis, valiéndose de la espectroscopia, estudiaba las nebulosas espirales, y a partir de sus observaciones comenzaba a defender la idea de los ‘Universos Islas’, acuñados por Kant, afirmando que el universo se extendía más allá de nuestra galaxia. Para 1920 Harlow Shapley se fijó en los cúmulos globulares, y descubrió que no se encontraba centrados respecto al sol, pero sin embargo defendía que se encontraban dentro de la vía Láctea. Ambos Curtis y Shapley, debatieron respecto a la estructura del universo y los límites de la galaxia, en el posteriormente famoso “Gran debate”. Fue entonces que en 1923 Edwin Hubble, con la observación de las cefeidas y otras estrellas variables daría por terminado el debate, dándole la razón a Curtis y confirmando, una vez más, el vasto espacio que nos rodea. [4][5]

Grupo Local
Las observaciones de Hubble permitieron registrar el corrimiento al rojo de un gran número de cuerpos celestes, llevándolo a la única conclusión que podía satisfacer a las leyes físicas: el universo se expande. Pero también observo el corrimiento al azul de cuerpos celestes como la galaxia de Andrómeda, lo que implicaría una atracción entre estos y la vía láctea. En este momento se comenzaba a forjar la idea de interacciones galácticas y relaciones entre grandes cuerpos a nivel cósmico.[6]
En la actualidad, después de cuatro siglos de exhaustivas investigaciones, está claro que las galaxias se congregan en racimos y filamentos, y se encuentran ausentes en ciertas regiones, en las que solo residen unas pocas galaxias. Estas estructuras han sido vistas en mapas derivados de fuentes espectroscópicas basados en las velocidades de las galaxias circundantes. Para el 2014, científicos de varios países, liderados por Brent Tully de la universidad de Hawaii, propusieron en termino Laniakea, cielo inconmensurable en Hawaiano, para referirse al grupo de cerca de 100 mil galaxias a las cuales pertenece el grupo local y los cúmulos estelares cercanos, como el súper cúmulo de Virgo.[7]
Aunque pareciera estar claro por ahora donde se encuentra ubicado nuestro rincón en el universo, aun queda mucho por explorar.

Una porción del Supercluster Laniakea en el plano ecuatorial supergaláctico.
[1] Biografia de Charles Messier [Internet] Disponible en: http://www.nombresuniverso.com/blog/el-huron-de-los-cometass-biografia-de-charles-messier/
[3] William Herschel [Internet] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/William_Herschel
[4] Heber Curtis [Internet] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Heber_Doust_Curtis
[5] Harlow Shapley [Internet] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Harlow_Shapley
[6] Edwin Hubble [Internet] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Edwin_Hubble
[7] Tully, R. B., Courtois, H., Hoffman, Y., & Pomarède, D. (2014). The Laniakea supercluster of galaxies. Nature, 513 (7516), 71-73.