Según Einstein, el universo está constituido por una especie de “tela” compuesta por el espacio tridimensional y el tiempo, los cuales se unifican para tener un espacio cuatridimensional. Pues sí, según él todos nosotros y lo que vemos, nos movemos a lo largo, ancho, y alto del espacio, pero también nos movemos a través del tiempo. Una de las formas que usan los científicos para explicar este concepto es que se imagine una tela tensionada por las esquinas y suspendida en el aire donde se deposita un objeto cualquiera con una masa considerable, en este experimento se puede observar como el objeto deforma la tela, además de que si se modifica la masa, la deformación de la tela puede ser mayor o menor,e incluso si el objeto es pequeño no se puede ni notar. En la vida real sucede algo parecido, donde objetos como usted o como yo, alteramos esa tela, lo que pasa es que la deformación es insignificante, pero si se tiene en cuenta estrellas e incluso agujeros negros las cosas son totalmente diferentes, estos son capaces de deformar el espacio tridimensional y el tiempo.
Einstein teniendo esto en cuenta postuló que debía de existir un tipo de onda que viajaba por el espacio-tiempo, así como lo hacen las ondas en el agua cuando se arroja una roca, y las cuales iban deformando todo a su paso y a las cuales denominó “Ondas gravitacionales”.
El 14 de septiembre de 2015 el observatorio de ondas gravitacionales (LIGO), pudo detectar, después de casi un siglo de ser predichas por Einstein, las ondas gravitacionales provenientes de un evento cataclísmico. En el reporte publicado por LIGO se describe lo siguiente: “Esta primera detección es un descubrimiento espectacular: las ondas gravitacionales se produjeron durante la fracción final de un segundo de la fusión de dos agujeros negros para producir un solo agujero negro giratorio más masivo. Esta colisión de dos agujeros negros había sido predicha pero nunca observada.”
Creditos: The SXS (Simulating eXtreme Spacetimes) Project.
LIGO, que por sus siglas en inglés significa Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales, es un detector subterráneo el cual está ubicado en Washington y Lousiana, Estados Unidos. Para la detección de ondas gravitacionales, hay que tener en cuenta que estas deforman todo a su paso, por lo que básicamente el observatorio usa un dispositivo que superpone dos rayos de luz, los cuales al estar perfectamente alineados se anulan entre sí, una vez pasa una onda gravitacional, estos sufren una alteración, ya sea estirando o contrayendo, lo que causa un desfase y haciendo que no se anulen, y finalmente esta señal es recibida por un fotodetector. El instrumento es tan preciso que según LIGO, son capaces de identificar diferencias de longitud de los laser equivalentes a una diezmilésima parte del diámetro de un átomo, la cual es la medición más precisa jamás lograda por un instrumento científico.
Hay que tener en cuenta que las ondas gravitacionales, o “Murmullos en el Espacio-Tiempo” como lo llaman algunos científicos están continuamente atravesando la tierra, provenientes de explosiones de estrellas, fusión de agujeros negros y choques entre estrellas de neutrones, pero eran sumamente difíciles de detectar ya que, el paso de una onda gravitacional por nuestro planeta puede estirar y contraer el espacio, pero esta distorsión es comparable apenas con una fracción del tamaño de un protón. finalmente por sus grandes contribuciones tres físicos norteamericanos Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne fueron premiados con el premio Nobel de física en el 2017.
Este descubrimiento además de que permitió comprobar la predicción de Albert Einstein también promete una nueva visión del estudio del universo, para entender cada vez más los fenómenos más violentos ya que la información nos llega de todos lados, incluso pueden estar llegando ondas residuales de los acontecimientos que sucedieron justo después del Big Ban.
Referencias:
1- https://www.ligo.caltech.edu/detection
2- https://www.ligo.caltech.edu/image/ligo20160211b